Hace
algunas semanas pude ver, por fin!, la impactante y perturbadora
película "Shame", segunda obra del director Steve McQueen,
protagonizada por Meryl Michael Fassbender, mi nuevo actor favorito
("Hunger", "X-men: primera generación", "Un
método peligroso"). La historia de un joven soltero
independiente y adicto al sexo, como lo han descrito en la mayoría
de críticas en la prensa, internet, etc., es realmente una historia
sobre la soledad y la forma de enfrentarse a ella, según mi humilde
interpretación. Impresionante. Escalofriante. La película narra de
una forma tan contundente la soledad de los personajes, la fragilidad
por un lado y la coraza defensiva por el otro, que esa noche salí
muy tocada del cine, un poco en shock. Con frío en el cuerpo,
triste, reflexiva, analizando muchos de mis sentimientos y
sensaciones. Es de esas películas íntimas, que no cuenta una
historia por sí misma, sino una situación a la que se ha llegado
progresivamente, sin entrar en los detalles del pasado. De las
películas que me dejan pensando varios días, recordando alguna
imagen, alguna escena... Fassbender es espectacular! intenso,
refleja en su ojos la culpa, la pena, la vergüenza, la soledad que
trata de arrancarse del cuerpo a través del sexo y nuevamente la
culpa por caer tan bajo. Y sexo a todas horas, sin lograr acercarse
de verdad a otro ser humano, incapaz de intimar con nadie. Carey
Mulligan, otra vez, está estupenda, trasmitiendo una fragilidad y
falta de cariño tremendas, por fin cambia de registro. Muy buena
banda sonora y la música incidental muy bien elegida, te meten en la
atmósfera fría y solitaria de una gran ciudad que devora a la gente
en su anonimato e individualidad. Está claro que dado el tema y la
forma como lo presenta, es de esas películas que no nominan a los
Oscar (bastante moralistas, por cierto). Película muy muy muy
recomendable, si os gusta el buen cine y no os da miedo la reflexión.
Para los que os gusta la acción y el suspense esta NO es vuestra
película.
Besos, Linangel.