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miércoles, 18 de abril de 2012

Senderismo: agonía mortal

Hace aproximadamente un mes y medio viví una experiencia vital bastante intensa en mi trabajo y hace unas 2-3 semanas, una amiga a la que aprecio mucho me comunicó que se muere y no hay remedio para evitar que el desenlace sea en poco tiempo. Con estas dos situaciones tan cercanas a la enfermedad y a la muerte, llevo varias semanas muy "tocada" anímicamente y aún me estoy recuperando poco a poco de un inmeso mar de sentimientos encontrados que me han embargado completamente. Como siempre, mi cabeza no ha parado de darle vueltas a todo y reflexionando sobre los derroteros que lleva el curso de mi vida, decidí hacer varios cambios para no desaprovechar lo que me quede, sea mucho o poco y disfrutar más de todas las cosas que tengo y hacen parte de mi vida.

Uno de esos cambios, que incluía ver menos televisión (jeje), fue salir más de casa, hacer algo de ejercicio (empecé pilates) y acercarme un poco a la naturaleza, situación esta que siempre me ha costado mucho porque soy totalmente citadina. El asunto es que este domingo, tras varias consideraciones y dejandome asesorar por un amigo, me decidí a hacer mi primera incursión en el senderismo. Me inscribí para hacer la primera etapa del GR-93, sendero de Gran Recorrido, “Sierras de La Rioja”, que atraviesa todos los valles y sierras del Sur de La Rioja por más de 200 kilómetros de senderos y caminos señalizados. El recorrido de este fin de semana lo iba a realizar la Asociación Senderista Trotarioja, conocida por los amigos que me propusieron la excursión. La octava etapa del GR-93 va desde Cervera del Río Alhama hasta Cornago, siendo 25 km su recorrido (aunque en algunas guías dice que son 23) y esa fue la primera etapa elegida por Trotarioja.

Mis amigos instigadores y consejeros me aseguraron que el recorrido no era muy complicado y a pesar de estar programado para hacerse en 6 horas y media, la travesía sería un paseo bonito y agradable. Tras superar algunas dudas y de pertrecharme adecuadamente, el domigo a las 8 de la mañana estaba subiendo al autobús rumbo a mi primera incursión senderística. Al llegar a Cervera, empezamos una ascensión progresiva que me costó algo de trabajo por la falta de costumbre, pero que pude hacer durante un rato sin mayores contratiempos. Cuando llevaba sólo unos 7-8 km de recorrido me empezó a doler parte del muslo derecho y lo que creí la cadera, dolor que se fue haciendo progresivo con el transcurrir de los metros hasta limitarme completamente la movilidad de toda la pierna. Ay! quién me mandaría a mí acercarme a la naturaleza!! con lo guapa que estoy en mi sofá. El punto es que en medio de la nada, en una senda prácticamente intrasitada, que luego se convirió en un camino de herradura horrible, estaba muerta del dolor, frustrada y enfadada por todo lo que me quedaba por delante: 17 km de marcha por un camino feo, incómodo, estrecho, lleno de pequeños barrancos y ascensiones que me hicieron vivir todo un infierno. Además hubo rachas de viento fuerte y nos rozó la nieve durante unos minutos. Debido al dolor, decidí no parar de caminar, arrastrando literalmente la pierna, ayudándome con los bastones y pasando de comer o descansar. Si me sentaba me arriesgaba a no poder levantarme. Los amigos que me incitaron a adentrarme en esta aventura, estuvieron cerca durante todo el recorrido, aunque estoy especialmente agradecida a Antonio y al compañero de Trotarioja, Emilio, quienes estuvieron junto a mí en todo momento, me dieron la mano, y en los últimos 8 km (que recorrí llorando literalmente) me sujetaron cuando no podía subir o bajar e incluso pensaron en llevarme a cuestas, pero por la dificultad del camino se hizo imposible. Emilio, en tramo muy con bastante pendiente y resbaladizo trató de llevarme en andas pero se cayó y de todas formas yo no podía ni sujetarme al no poder mover la pierna, así que se dio un golpe en vano. Mil y mil gracias. También estoy muy agradecida a un buen samaritano de quien desconozco su nombre y que también pertenece a Trotarioja, porque al verme mal al principio del recorrido me dejó su bastón, tiempo después me dió unos frutos secos y más tarde un paracetamol. Al apreciado desconocido muchas gracias.

Finalmente, tras un recorrido que se convirtió una una AGONIA MORTAL!!, con dos coj... llegué a mi destino. Con algo de retraso, habiendo hecho esperar al grupo principal, lesionada, cabreada, asqueada, harta, frustrada, sin fotos de recuerdo y sin haber podido disfrutar del pobre y árido paisaje. Eso sí, llegué por mi propio pie y puedo decir que no sufro de agujetas ni se me resintió la otra cadera (increíble con el sobreesfuerzo al que la sometí). Sólo tengo algo de molestia en los brazos (por el esfuerzo con los bastones) y contracturas en los gemelos, que como me dijo mi amigo Jose, no son gemelos sino cuatrillizos!

Conclusión: el senderismo y yo empezamos mal y hemos roto definitivamente. Como mucho iré a caminar a La Grajera, la rivera del Ebro o el parque del Iregua. ADORO mi sofá!!!! me gustan mucho más mis libros, mis pelis y esta hermosa y pequeñita ciudad.

Senderismo? NO GRACIAS, seguiré con el pilates.

http://youtu.be/3VHmuEAE1Ww  Podeis ver mi cojera en el minuto 13:26 de este vídeo de una "entrañable" película que recuerdo de la infancia: "Shocker: 100000 voltios de terror", jajajaja!!!


Paso por la dura Sierra de Alcarama (Foto tomada del blog de ADALAR)



Los molinos en la parte alta del camino (foto tomada del blog de ADALAR)


jueves, 12 de abril de 2012

“The Towering Inferno”

Esta noche, después de un par de días de relax intensivo, lectura y algunos documentales bastante entretenidos, he topado con una película que ví la primera vez cuando tenía unos siete u ocho años, “El coloso en llamas”. Recuerdo que en ese momento me causó mucha impresión y me gustó mucho, porque me pareció una buena historia, con acción, emoción y con unos actores de lujo. Ya en esa época me gustaba mucho el cine, nunca lo pude evitar. Para quienes no han visto la película, es una realización de 1974, en la década del cine catastrofista entre los que se encuentran títulos como “Terremoto” con Charlton Heston, “La aventura del Poseidón” y “Aeropuerto”, que son de las mejores de la época. La película trata sobre el incendio de un rascacielos de 138 pisos, el cual se desata en la planta 81 la noche en que se realiza la fiesta de inauguración y donde toda la gente queda atrapada en la última planta.

Mmm...lo tengo claro, me sigue gustando, con un buen guión, excelentes actores como Paul Newman, Steve McQueen, Faye Dunaway, Fred Astaire y Richard Chamberlain (“El pájaro espino” recordais?). Si bien los efectos especiales de la época no se comparan con los de la actualidad, estas películas eran de gran presupuesto, todavía le daban importancia a la historia y a la calidad de las actuaciones, sobre la parte técnica. Esta película me impactó en mi infancia y aun perdura el encanto, cosa que no puedo decir de ninguna de este estilo de los últimos tiempos... Al final Steve McQueen le dice a Paul Newman que algún día morirían 10000 personas en esas “ratoneras” (los rascacielos) y tendría que rescatarlos uno a uno... no pude evitar pensar en las torres gemelas y su caída. En fin, estoy encantada viendo mis pelis, y ahora me espera “Psicosis”!! (sólo con la banda sonora ya me pongo nerviosa, jejeje.)


viernes, 6 de abril de 2012

Píramo y Tisbe

Este mito habla sobre una historia ocurrida en Babilonia en la época del reinado de Semíramis (esposa de Nino, rey fundador del primer imperio de Asiria). Dos familias vecinas eran enemigas y sus hijos Píramo y Tisbe eran amigos desde la infancia, aunque sus familias les prohibieron que se siguieran tratando. Con el paso del tiempo, se enamoraron, pero como su amor era prohibido, se comunicaban a través de señales y gestos. Una vez descubrieron una grieta en la pared que los separaba y a través de ella pudieron comunicarse con susurros y su amor siguió creciendo hasta que decidieron casarse, aún en contra de la voluntad de sus padres. Una noche, acordaron escaparse y encontrarse a las afueras de la ciudad junto al monumento de Nino, cerca de un moral blanco que había al lado de una fuente. La primera en llegar fue Tisbe, que de pronto vio aparecer a una leona con las fauces ensangrentadas tras una cacería y quería beber de la fuente. Asustada corrió a esconderse en una cueva cercana, dejando caer su velo. La leona, después de saciar su sed, se puso a jugar con el velo dejándolo destrozado y ensangrentado. Poco después llegó Píramo, que encontró las huellas y los restos del velo y al suponer que su amada había muerto, se clavó su daga en el pecho y murió en el acto, manchando de sangre los frutos de la morera blanca, que quedaron teñidos del color púrpura que los caracteriza. Tisbe llegó unos instantes después y al ver a su amante muerto, presa del dolor y la tristeza, extrajo la daga de su pecho y se la clavó a sí misma para compartir la muerte con su amado. Los dioses, al ver esta tragedia, hicieron que las familias permitieran que los cuerpos fueran enterrados juntos y olvidaran su ememistad.

Os suena esta historia? Pues gracias a Ovidio en “Las metamorfosis” se dio a conocer esta historia entre el mito y la leyenda y con los siglos fue inspiración de numerosas obras, entre ellas “Romeo y Julieta” de Shakespeare.

Nota: En la tradición latina la morera se conoce como Pyramea arbor, “el árbol de Píramo”.


Fresco de Píramo y Tisbe en Pompeya

domingo, 1 de abril de 2012

El beso más inesperado

Hace varios años, acompañaba a un amigo a recoger unos libros donde un compañero suyo, mi amor platónico de la universidad. Después de verlos charlar un rato, yo al margen de cualquier conversación pues no éramos más que conocidos, mi amigo dio por terminada la charla, cogió los libros y nos despedimos. A mitad de las escaleras él recordó que se dejaba algo y volvió a entrar al piso. En ese momento, mi amor platónico salió al rellano y desde el primer escalón me preguntó: - ¿Qué tal?, y un poco tímida contesté, - Bien…  De repente bajó las escaleras hasta mí y arrinconándome contra la pared me dio el beso más inesperado de mi vida. Duró apenas unos segundos, al oir que mi amigo regresaba él me soltó y se alejó sin decir nada. Yo creí que me iba a morir de la impresión. Nadie se dio cuenta de nada. El chico nunca me buscó, pero a veces me acuerdo de ese instante y siento la emoción… ¿Tenéis algún beso inesperado en la memoria?.